
La fiscalía anticorrupción logró establecer que existe una relación entre Marco Antonio Urquiza, sindicado como brazo derecho del exalcalde del Callao Juan Sotomayor, y siete regidores actuales de la Municipalidad del Callao.
Urquiza, alias “El Padrino”, y Sotomayor son investigados por formar parte de la organización «Rich Port II», que acumuló más de S/6 millones en cobros por trabajadores fantasmas a la Empresa de Servicios de Limpieza Pública del Callao (Eslimp).
“Tengo siete amigos regidores que yo los ayudo con casos sociales, y son buenos amigos míos. […] Mi amigo bueno mío es Garzolo, Neciosup, Juan Miguel, Johan”, se le escucha decir a Urquiza en un audio interceptado por el Ministerio Público y la policía, donde realizaba presuntas coordinaciones con un funcionario de la comuna chalaca.
Se trataría de los regidores Juan Miguel Rodriguez Alache, Johan Luigui Mantilla Peña y Manuel Abel Neciosup Medina. Este último muy vinculado a un congresista recientemente electo por el Callao.
“El día que usted quiera conocerlos, usted me dice, nos vamos a un buen restaurante y les presento a los regidores. Usted me dice, ordena y yo ordeno. Así de simple. Usted me dice corrige, yo corrijo. Usted me dice mete correa y yo meto correa. Con esto ya me entendió”, agregó en la conversación.
Los agentes a cargo de la investigación también han logrado captar imágenes de reuniones entre Urquiza y el actual regidor Johan Mantilla.
Entrevistado en un reportaje de Panorama, Mantilla se mostró dubitativo en su relación con Urquiza, a quien primero niega conocer, pero que luego termina aceptando una relación “de conocidos”.
En la investigación también se ha podido conocer que este regidor se enviaba mensajes con Sotomayor, donde le daba cuenta de las sesiones del consejo municipal. Asimismo, recibía órdenes de retirarse de ellas.
De otro lado, Maritza Villa, actual presidenta del directorio de Eslimp Callao, reveló que recibe amenazas de muerte desde que asumió sus funciones en dicha entidad municipal.
Ella aseguró que los trabajadores fantasmas del Callao recibían entre 1,100 y 1,700 soles mensuales de sueldo sin trabajar.