La gerente de operaciones de la empresa Eslimp Callao, Katia Fuertes, denunció que llevan semanas sufriendo acoso, llamadas de extorsión y amenazas y ahora el atentado contra un camión, como represalia al despido de más de 1,000 trabajadores fantasmas.
Estas personas, según explicó Fuertes, figuraban como trabajadores pero no realizaban ninguna labor específica. Pese a ello, mes a mes, cobraban un sueldo. Ante esta situación, la Municipalidad del Callao decidió realizar un despido masivo.
Un camión recolector de basura con trabajadores en su interior fue detenido por tres sujetos armados y encapuchados que comenzaron a rociar gasolina al vehículo en la cuadra dos de la calle Pucalpa, en el Callao.
Los trabajadores de limpieza lograron salir a tiempo y ninguno de ellos sufrió daños, estos mismos lograron controlar el incendio que se desató en el camión, pero no evitaron que este quedara destrozado. Este atentado sería parte de una venganza.
El gobierno local ya sentó su denuncia en la comisaría Ciudadela Chalaca. “Este hecho, que lamentamos y rechazamos, habría podido perjudicar la integridad de tres trabajadores de ESLIMP- Callao, así como también pudo dañar a los vecinos”, se lee en el comunicado emitido por Eslimp Callao.
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