La fiscalía suprema anticorrupción ha recibido la declaración de dos testigos protegidos que han relatado que el fiscal supremo adjunto Sandro Paredes se reunió con el hoy gobernador del Callao, Dante «Kiko» Mandriotti, en la pollería Micky, entre las avenidas Elmer Faucett y La Marina.
«En varias ocasiones, el señor ‘Kiko’ Mandriotti se ha reunido con el fiscal Sandro Paredes, incluso en una ocasión con ‘Los Malditos de Angamos’, que es una organización criminal investigada el 2018, en un restaurante en la avenida La Marina que se llama Micky. Estaba presente ‘Kiko’ Mandriotti, el fiscal Sandro Paredes, José Prado, el secretario del sindicato de Ventanilla, Constantino Galarza, y Jorge Zárate, con integrantes del sindicato del Callao», señaló uno de los testigos sobre quienes se mantiene su nombre en reserva.
Otro testigo ha referido que el ex notario Óscar Medelius [condenado a ocho años de prisión por usar dinero del Estado para financiar la falsificación de firmas del fujimorismo en 1998] le dijo a «Kiko» Mandriotti, en otra reunión en la pollería Micky: «Este es Sandro Paredes, si hay problemas en el Callao, lo sacamos del Callao y Sandro interviene, si lo llevamos a Lima, ahí lo solucionamos. En la reunión estuvieron ademas Jorge Zárate y José Prado, el presunto cabecilla de ‘Los Malditos de Angamos’«.
-La amiga del fiscal-
El diario La República reveló la hipótesis del Ministerio Público sobre que el fiscal Sandro Paredes envió a su amiga, la fiscal Silvia de la Cruz, a Ventanilla para estar al tanto de lo que sucedía en la referida audiencia y así informar y ayudar a Dante “Kiko” Mandriotti.
La historia empieza así. Una hora después de que la jueza de Ventanilla, Elizabeth Ramírez Barrientos, inició la audiencia de comparecencia e impedimento de salida del país para el gobernador regional del Callao, Dante “Kiko” Mandriotti, se produjo un inusual incidente: la fiscal de Lima Este, Silvia Nayda de la Cruz Quintana, solicitó presenciar la diligencia judicial.
La insistencia para ingresar de la fiscal De la Cruz, amiga del fiscal supremo Sandro Paredes Quiroz, obligó a la jueza a paralizar la audiencia. La jueza Ramírez había iniciado el debate de la comparecencia restringida que el Primer Equipo de la Fiscalía Corporativa contra el Crimen Organizado había pedido para Mandriotti.
La fiscal De la Cruz presentó su DNI y una credencial vencida del Ministerio Público para identificarse. Después de 20 minutos de debate, la jueza prohibió el ingreso de la fiscal De la Cruz y la audiencia prosiguió.
Al día siguiente, se realizaron indagaciones sobre la presencia de Silvia de la Cruz en la Fiscalía Transitoria Penal de San Juan de Lurigancho, en la calle Verdolagas, en San Juan de Lurigancho, donde ella labora. La fiscal a cargo de ese despacho, María del Carmen Ramírez, negó que tuvieran un caso relacionado con Ventanilla que justificara la presencia de la fiscal adjunta en otra sede.
Además, se determinó que el 15 de noviembre, Silvia de la Cruz salió de la fiscalía transitoria a las 11:00 de la mañana para participar en una diligencia de visualización de CD en una dependencia policial. Tras coordinar con la policía, esta informó que la fiscal no asistió a esa diligencia, pero que había llamado para decir que prosiguieran sin ella y que incluyeran su nombre, para firmar el acta, como si hubiera estado presente.
Ante la fiscalía anticorrupción, Silvia de la Cruz explicó que se trasladó a Ventanilla para reunirse con su amiga Ysabel Cerna Aquino, quien le había ofrecido material académico sobre la prisión preventiva y que al estar en el lugar quiso presenciar la audiencia. Sin embargo, Cerna Aquino ha desmentido esa coartada. Dice que el 15 de noviembre se encontraba con descanso médico, al haber sufrido un accidente.
-Registro de llamadas-
El diario La República también reveló que el levantamiento del secreto de las comunicaciones reportó que antes, durante y después de la audiencia de comparecencia de Mandriotti, Sandro Paredes se comunicó con la fiscal de San Juan de Lurigancho en cuatro ocasiones, más un mensaje de texto. Paredes llamó a su amiga el 14 de noviembre, un día antes de la audiencia de comparecencia, dos veces: a las 09:20 horas y a las 10:04:34 horas.
El mismo día de la audiencia, 15 de noviembre, hubo otra llamada a las 14:57:14 horas, es decir, poco antes de que Silvia de la Cruz llegue al juzgado en Ventanilla. Al día siguiente, 16 de noviembre, Silvia de la Cruz llamó a Paredes a las 12:55:36 horas y a las 12:56:32 horas y envió un mensaje de texto a las 13:38:50 horas.
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